Zirconio Monolítico

El zirconio monolítico no requiere un recubrimiento de porcelana sobre el mismo. Esto se debe a que el color y la forma de los dientes pueden recrearse y pulirse fácilmente, por lo que se pueden obtener resultados muy parecidos a los dientes naturales sin necesidad de recubrir el material con porcelana.

En personas que tienen que reponer piezas dentarias (tanto unitarias como puentes) en el sector posterior, el proceso de restauración se puede realizar completamente con zirconio monolítico. Sin embargo, si se buscan resultados aún más estéticos para el sector anterior, se puede aplicar porcelana en las superficies frontales (visibles) de los dientes que no ejercen fuerza en los dientes anteriores ni participan en la masticación.

Debido a que no requiere porcelana, el zirconio monolítico se puede trabajar en espesores muy delgados, especialmente en el área entre el diente y la encía, brindando una apariencia altamente estética.

Dado que la transmisión de luz es mayor que la del material de núcleo de zirconio normal, se puede lograr un efecto de diente natural.

El proceso se basa mayoritariamente en la aplicación del sistema CAD/CAM (diseño en computadora y producción con sistema de fresado asistido por computadora). El recubrimiento de porcelana es innecesario o solo se realiza en pequeñas cantidades. Esto permite una producción más rápida, así como una alta calidad.

En la rehabilitación protésica en personas con problemas de bruxismo y fracturas en sus dientes.

En restauraciones dentales de personas que disponen de tiempo limitado para el tratamiento (por la ventaja de su fabricación completamente digital).

En tratamientos dentales que requieren recubrimientos duraderos como las prótesis implantosoportadas.

En personas propensas a fracturas y abrasiones, especialmente a consecuencia de traumatismos, en dientes anteriores.

En aquellos que tienen sensibilidad dental severa.

En los tratamientos de carillas de personas que experimentan decoloración y alteración del margen gingival.

En primer lugar, se planifica el resultado estético final del proceso restaurador.

De acuerdo con este plan, antes de realizar cualquier intervención en los dientes, se prepara digitalmente un modelo tridimensional terminado y se le muestra al paciente para que pueda determinar cómo se verá en la boca.

Se detecta cualquier daño o defecto en los dientes y se moldean los dientes de acuerdo con las necesidades del modelo digital.

Las medidas de los dientes se toman preferentemente con sistemas de escaneado intraoral (3 Shape Triodent Scanner) y estas medidas se envían a nuestro laboratorio.

Aquí, la planificación estética y el diseño de la sonrisa y oclusión se transfieren a programas especiales en el entorno informático.

Después de la digitalización del diseño, se procesa y se recrea con una impresora 3D el resultado final del tratamiento con fines de prueba y se realizan las correcciones necesarias en la boca del paciente.

Después de hacer las correcciones, este diseño se materializa en bloques de zirconio, que se les da forma mediante el método de fresado.

En principio, este material es muy suave y quebradizo cuando se raspa. Por esto, se lleva a un horno para el proceso de horneado, que toma un promedio de 8 horas y mediante el cual el material se endurece. Tras este proceso de cocción, se crea un material duro y estético que puede soportar hasta 1200 mPa.

Si es necesario, se puede agregar porcelana en ciertas áreas para conseguir mayor estética. El trabajo terminado es ideal en términos de compatibilidad de tejidos y adaptación a los dientes.

Es un material biológicamente aceptado y las reacciones alérgicas son raras. El hecho de que sea un material con buena adaptabilidad y sea monobloque aumenta su resistencia y reduce el riesgo de rotura y astillado que se pueden presentar en los dientes de porcelana. La apariencia gris de la unión gingival, que se ve especialmente en las porcelanas con soporte metálico y que aumenta con el tiempo, no se presenta en estos materiales.