Si estás satisfecho con la forma, tamaño y disposición de sus dientes, pero no estás contento con el color, es posible lograr una apariencia más blanca y saludable de una manera sencilla. Hoy en día, los blanqueamientos dentales ofrecen una alternativa simple, rápida y económica para transformar tu sonrisa.
En la clínica o desde casa
Hay dos tipos de tratamientos de blanqueamiento: el “de oficina”, que se realiza en la clínica dental, y el kit blanqueamiento ambulatorio, que se utiliza en la comodidad de tu hogar. En los tratamientos en el consultorio, se aplican geles blanqueadores especiales sobre los dientes y luego el gel se activa mediante el uso de luz LED. El gel activado es muy eficaz, ya que obtiene varios tonos de blanqueamiento en una sola sesión.
En el proceso de blanqueamiento domiciliario puedes aplicar el gel blanqueador, que recibirás de tu dentista, en casa con la ayuda de cubetas transparentes preparadas especialmente para ti. El blanqueamiento casero también debe hacerse bajo el control de un profesional.
Después de que tu dentista haya determinado que no hay lesiones de caries activas ni enfermedad en las encías, el proceso de blanqueamiento aplicado con la técnica correcta y el material apropiado no causa ningún daño a los dientes.
Después del tratamiento, los dientes vuelven a su estado original en 1-2 años. Sin embargo, este período puede variar según los hábitos diarios de la persona y la estructura dental. Durante este período, se debe evitar consumir bebidas ácidas y alimentos hiperpigmentados en la mayor medida posible.
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